¿Eres mas listo que un niño de quinto?

Vuelvo del despacho, y enciendo la tele. Básicamente creo que ver la tele es la segunda cosa que mas hago últimamente. Al menos está en inglés, con lo que me viene bien para practicar. Es mucho mas soportable en inglés, porque a la que te has dado cuenta de las estupideces que dicen, ya se ha pasado el programa, y el tiempo con él. Hoy ponían el programa "Are you smarter than a fifth grader?. El programa me gusta. Es un concurso en el que a una persona adulta se le hacen preguntas del temario de la escuela hasta quinto curso. Como ayuda le ponen a tres niños que responderán a las preguntas a la vez que el. Si el concursante no esta seguro de su respuesta, pues puede pedir ayuda al niño en tres ocasiones. Generalmente, salvo en contadas ocasiones, los chavalillos saben la respuesta.

En la mayoría de las ocasiones, yo nunca he visto lo contrario, el concursante no consigue responder a todas las preguntas. A pesar de eso se lleva un dinerito dependiendo de cuantas preguntas ha respondido, pero tiene que decir mirando a la camara

No soy mas listo que un niño de quinto curso.

Hoy tocaba una chica, Joan, rubia, gorda, y chillona. Chillona porque según entraba al plató, entraba gritando uUu,uuUUUu,uuuUUUuuu, a coro con los gritos de emoción de un público enfebrecido por el hecho de ver a una nueva estrella responder fascinantes preguntas de cursos entre primero y quinto, y ganar mucho dinerito con ello. (Personalmente creo que lo que mas le fascina es lo del dinerito... pero vete tu a saber).

Por lo general, las preguntas de cuarto y quinto son suficientemente difíciles como para que, por ejemplo un ser ignorante como yo, no tenga ni la mas remota idea de la respuesta. Pero las de primero o segundo,suelen ser mas fáciles. Podrían ser desde ¿en que isla del sudeste asiático esta la isla de Pinatubo?, hasta ¿cual es el verbo en la frase: cuando la mañana rompe?.

Joan llevaba una especie de vestido rojo, completamente liso, que a mi, al verlo, me ha parecido un uniforme de enfermera. La chica, curiosamente, era enfermera. Se ha colocado en su sitio, y ha confesado abiertamente que cuando estaba en el colegio era mala estudiante, y tenía problemas en pasar las asignaturas. Normalmente los concursantes de este tipo de programas suelen ser muy cultos, así que me ha gustado esa confesión. Era como una nueva muestra de que, en la vida, cambiar es posible.

El juego ha comenzado, y la muchacha gritona ha empezado a demostrar sus habilidades: cada vez que el presentador decía el dinero que valía una pregunta, o el que le quedaba, la muchacha empezaba uuUUUUuuuu, uuuUUUUUuuuuu, etc.

Mi primera sorpresa ha sido cuando Joan, como primera pregunta, ha escogido las mates de cuarto. Normalmente los concursantes dejan las preguntas de los cursos superiores, mas difíciles, para el final. La pregunta era: escribe en nuestra numeración XL+VIII+CD. (Ya era medio curioso el signo + entre los simbolos romanos, but anyway). La muchacha, con absoluta confianza, ningún semblante de duda en el rostro, y una gran sonrisa, ha gritado: Pues esta pregunta la voy a copiar de mi ayudante! (así llaman a una de las posibilidades de que te ayuden los niños). Desafortunadamente, en este caso la niña tambien falló, y todos nos hemos quedado un poco como diciendo, ostras!! El presentador ha dicho, pero no pasa nada te quitamos un dinerito del que comenzabas y sigues.

Pregunta tras pregunta la humillación, a mi juicio, era cada vez mas notable. En total, ha acertado dos preguntas, mas otra que ha copiado, esta vez bien, de su niño ayudante. La primera que ha acertado, en un brote de locura, es decir, como arriesgando al máximo su sabiduria, ha sido: ¿Cuál es el plural de prueba? La segunda, quizá todavía mas llamativa. ¿Tienen todas las estrellas de mar exactamente 5 brazos? La muchacha la ha acertado. Tenía un 50 por ciento de probabilidad de acertar, pues había dos posibilidades: si o no. Y ha dicho que no. Pero el argumento que ha utilizado ha sido, ¿y si se le ha roto alguno? No!, tiene que ser que no la respuesta!!...uuUUUUuuuu, uuUUUuuuuu, uuuUUuuuuuuu.

Resultado final, Joan no ha ganado ni un sólo dolar. El presentador ha dicho: pero como no queremos que nadie se vaya con las manos vacías te damos un cheque de 250 dólares...

uuuUUUUUuuuuu, uuuuUUUUUuuuu,uuuuuuuUUUUUuuuuu!!!

Tremendo.

La chica tenia alrededor de treita y tantos años. Y yo me preguntaba, ¿como ha llegado hasta ahi una persona así? Quiero decir, la gente normalmente a una persona así la diría que es tonta. Y cuando a alguien le dicen que es tonto, se suele retraer un poco, se aisla y se vuelve mas discreto, me cuadra algo de eso. Que los palos van reduciendo el sano ánimo que cualquier persona tiene derecho a tener y expresar. En Joan, todo eso que sería fácil de imaginar, no ha tenido tal efecto. Al contrario, no sólo no tiene problemas en dejarse ver, sino que siendo candidata a ganar un concurso de ignorancia, se apunta a un concurso en el que se valoran los conocimientos!!.

Pero, entonces, ¿como ha llegado hasta aquí?

Joan, por algún motivo, ha conseguido llegar a un estado de felicidad que le permite gritar de alegria, y superar situaciones difíciles, como no ganar ni un solo dólar en un concurso de conocimientos, al instante. Y es que requiere una gran aceptación de uno mismo gritar de felicidad delante de millones de personas, un segundo después de que te hayan dicho que no has ganado nada, simplemente porque te ofrecen un vale de consolación. Los motivos son simples. En primer lugar, es una muchacha con suerte. Ante el 50 por ciento bueno o malo, elige el bueno, aunque ni siquiera sepa porque!! El segundo motivo es todavía mas importante. Cada concursante tiene derecho a llevar a algún acompañante entre el público. Joan ha llevado a tres, eran amigos y compañeros de trabajo. A cada error de Joan, la camara les enfocaba, y no se veían tres personas avergonzadas. Se veían tres personas, sus amigos, preocupadas. Pero la razón, quizá, que permitía a Joan compartir, sin ningún tapujo, la gran cantidad de energía que tenía dentro, no la hemos sabido hasta el mismísimo final. Llegaba el momento de mirar a la cámara y decir la humillante frase. Nuestra querida niña, con absoluta seguridad de nuevo, ha mirado fijamente. Seriamente. Y ha dicho

Puedo salvar vidas. Pero no soy mas lista que un niño de quinto curso.